El increíble caso de los seres mutantes.

La teoría más consensuada hasta hoy, es que los seres que viven en las azoteas son espíritus que se intercambian los cuerpos según el día que tengan.

Soldadito de latón enfurruñado porque el casco le queda grande o El monstruo de las galletas que está a dieta.

Avestruces cotillas espiando a los vecinos de enfrente o Pinguinos bailando la conga.

Ranas bocazas o Búhos desvelados.

Pequeño astronauta intentando acordarse dónde aparcó su cohete o Flamenca con peineta exagerá.

Los ojos son la ventana del alma

Hemos comprobado que es verdad. Al principio dudamos de si estaban ahí o tan solo eran producto de nuestra imaginación. Pero cuando conseguimos mirarlos a los ojos, se nos despejaron todas las dudas: ahí estaban los seres, con un aspecto y personalidad rotundos.

 Chimenea o Gusano de las Profundidades que ha salido a tomar aire y ha quedado des-lum-bra-do.

Una palmera o el Hippy del Barrio que nos desea buenos días.

Chimeneas o Avestruces Cotillas espiando a los vecinos de enfrente.

Foco o Pequeño Astronauta intentando acordarse de dónde dejó aparcado el cohete.

Chimenea o Cocinero Pitufo pitufando salsichas.